domingo

Eres callada.

Eres callada

Eres callada
con tu sonrisa cerrada
y las lágrimas atadas.

Eres callada
aun con tus gritos ahogados
y tus penas cansadas.

¡Oh señora del tiempo!
dueña del particular silencio
que has construido.

Te convertiste en callada,
¿Cuándo fuiste callada? ¿Esa tarde
de lluvia? ¿Esa noche sin luna?

Sin decirme nada
callaste cien verdades
y diez mentiras.

Eres callada
como el mismísimo marem nostrum
antes de avanzar en tierra.

¡Oh señora nuestra!
gracias por el placer
de escucharnos con la mirada.


En De musas y masas
2014.
Foto: Ernesto Che Guevara,
Templo de las inscripciones, México, 1955.


lunes

Si hubiese muerto en Madrid.

Si hubiese muerto en Madrid

A los miles de héroes
que lucharon en la Guerra Civil Española
para defender la República.

Si hubiese muerto en Madrid
bajo el fuego fascista
lo hubiera hecho orgulloso
de haber caído por la república.

Si hubiese muerto en Madrid
hubiera sido por los gritos
desaforados de la mujer más
pasionaria de todas.

Si hubiese muerto en Madrid
habría sido, quizá, en una cárcel.
De hambre, de haber cedido
mi pan y mi cebolla para las nanas.

Si hubiese muerto en Madrid
un domingo 26 de abril del ´37
hubiera sido en la tarde del mercado
de Guernica.

Si hubiese muerto en Madrid
bajo la artillería italo-germana
hubiera sido con el fusil aferrado
y miles de republicanos a mi lado.

Si hubiese muerto en Madrid
habría sido junto a tantos brigadistas
que cruzando mares y montañas
lo dejaron todo por España.

Si hubiese muerto en Madrid
lo hubiera hecho con el puño cerrado
llevándome dentro de él
un puñado de tierra republicana.


En De España a Vietnam, 2014, Inédito.
Imagen: Afiche de propaganda 
del Frente Popular de España (1936).


domingo

De gatos y lluvia.

De gatos y lluvia

Siete días de lluvia
a madrugadas.
Un mes con ganas de hacer sonar
ésta guitarra
en algo más que un cruel
grito de dolor
en Do mayor.
Crece el pasto de toda la ciudad,
y crece el agua en las calles
sin asfaltar,
y que, con prudencia,
a veces, se aproxima hasta
nuestras camas.
Mientras el gato
se cuela por la ventana,
y mirando al horizonte
recuerda a sus padres,
los pájaros se acurrucan a su lado
dejando atrás
la eterna y milenaria
batalla que los enemistó alguna vez.
Es en éstos días de lluvia
cuando me recuerdo en niño,
allá en el tiempo.
De pantalones arremangados
y madres enojadas,
y padres ausentes la gran parte del tiempo.
Y como nunca se los dije,
hoy tengo que escribir éste poema
que habla de la lluvia
el gato y los pájaros,
pero también de su ausencia
y sus enfados.

 Inédito.