Eres callada
Eres
callada
con
tu sonrisa cerrada
y
las lágrimas atadas.
Eres
callada
aun
con tus gritos ahogados
y
tus penas cansadas.
¡Oh
señora del tiempo!
dueña
del particular silencio
que
has construido.
Te
convertiste en callada,
¿Cuándo
fuiste callada? ¿Esa tarde
de
lluvia? ¿Esa noche sin luna?
Sin
decirme nada
callaste
cien verdades
y
diez mentiras.
Eres
callada
como
el mismísimo marem nostrum
antes
de avanzar en tierra.
¡Oh
señora nuestra!
gracias
por el placer
de
escucharnos con la mirada.
En De musas y masas,
2014.
Foto: Ernesto Che Guevara,
Templo de las inscripciones, México, 1955.